El hombre necesita de una capacidad que está totalmente dormida, esa capacidad se llama “sentimiento adyacente a su propia circunstancia vital”.
EL resurgir de uno mismo queda totalmente adiestrado a su corazón, adiestrado a
su espíritu, adiestrado a su alma.
No es momento de que te pares, no es momento de que mires atrás, no es momento
que mires tampoco, ni siquiera, ni tan siquiera, hacía adelante.
EL resurgir de uno mismo queda totalmente adiestrado a su corazón, adiestrado a
su espíritu, adiestrado a su alma.
No es momento de que te pares, no es momento de que mires atrás, no es momento
que mires tampoco, ni siquiera, ni tan siquiera, hacía adelante.
Reverbera tu historia personal, sacude todas esas malévolas enseñanzas antiguas de tu campo áurico, mézclate con el olor y el aroma del sonido matriarcal de las Madres de la Tierra, de la madre
Ballena, de la madre Delfín, de la madre Lobo, de la madre Pantera, de la madre
Tigre, de la madre Aguila, de la madre Elefante, de la madre Serpiente, y de la
madre Gata.
Ballena, de la madre Delfín, de la madre Lobo, de la madre Pantera, de la madre
Tigre, de la madre Aguila, de la madre Elefante, de la madre Serpiente, y de la
madre Gata.
Hay tantas madres!!!
Y de ellas aprenderás cómo escuchar el propio canto de la vida, obsérvalas, ellas te enseñan cómo amar.
Aprende a estar simplemente en tu propio silencio, sin recordar, solamente estate, busca tu propio silencio, de esta manera llegarás al eco del susurro de todos” esos lugares que están esperándote”.
“Observa y detente en este instante, estés donde estés, respira hondo y
observa, seguramente te has dado cuenta de que no estás solo “.
“Observa y detente en este instante, estés donde estés, respira hondo y
observa, seguramente te has dado cuenta de que no estás solo “.
Y que sólo EXISTE EL AQUÍ Y AHORA…..
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