La meditación es una técnica ancestral a través de la cual es posible recuperar un estado de paz y calma a todo nivel.
Entre sus muchos efectos, se cuentan la relajación, la eliminación del stress, el mejoramiento de la concentración, el aumento de las defensas del organismo, la curación de heridas emocionales, el desarrollo de la intuición y muchos mas.
Fundamentalmente, nos permite conectar con la Fuente de Luz, Amor y Sabiduría Universal.
Dónde medito?
Encuentra un lugar tranquilo, cómodo y SILENCIOSO en donde puedas estar seguro de que no van a interrumpirte. Si es necesario apaga la campanilla del telefono. Avisale a tu familia que te quedarás unos minutos allí y que por favor no te interrumpan. ¡Tu mereces diez minutos diarios sólo para ti mismo! La música suave ayuda, sobre todo si tiene sonidos naturales.
¿Me siento o me acuesto?
Ubícate en la postura mas cómoda que encuentres, ya sea sentado o acostado, siempre que tu columna este recta para que pueda fluir la energía.
¿Y ahora que hago?
Cierra los ojos, relájate completamente (tensionando cada parte del cuerpo y luego aflojándola), toma una inspiracion profunda y suelta el aire suavemente. Realiza esto varias veces. Enfoca toda tu atención en tu respiración. Permite que esta sea completa (hasta que se hinche tu abdómen) y tome su propio ritmo. Liberate todas tus preocupaciones y concéntrate tu respiración.
Ahora libera todos tus pensamientos, sensaciones o emociones y deja que pasen.
Imagina a todo tu ser llenándose de luz desde la esencia pura que hay en tu interior. (Puedes imaginar que en tu interior hay un sol, una estrella, una vela o cualquier otra fuente de luz).
Siente la calma, la armonía, la serenidad y la alegría que te trae este momento. Permanece en este estado hasta que decidas volver a tus ocupaciones cotidianas.
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